sábado, 3 de septiembre de 2016

Zarmina, el planeta que no fue.

Ahora que hay tanta expectación con el posible planeta de Proxima Centauri, creo que no está de más hacer un repaso por esos planetas que en su tiempo levantaron una enorme expectación para terminar resultando que, sencillamente, no estaban allí.

Los falsos positivos no deben decepcionarnos, son parte del proceso científico que es el que hace que la Ciencia avance. Algunos son además muy divertidos. Ya hemos escrito sobre uno de mis favoritos: “El Planeta Fantasma de Alfa Centauri B”, pero hay otros muchos más, y quizá el más sonado fue Zarmina.


Una representación artística de Zarmina, tal como muchos la imaginaron: habitable y llena de mares.(Fuente: PHL. Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Crédito: Lynette Cook.)


La historia empieza en 2005, cuando el equipo del Observatorio de Ginebra utilizando el espectrógrafo HARPS, ubicado en Chile, comienza a detectar los primeros planetas de un sistema que poco a poco fue ganando relevancia: Gliese 581. Durante 2005-2009 se llegan a descubrir 4 planetas. Había dos de ellos cuya habitabilidad creaba algo de expectación. Gliese 581 c y d parecían planetas con posibilidades de habitabilidad interesantes, pero eran demasiado grandes (5,36 y 7,09 M⊕ respectivamente). Uno estaba en el límite inferior de la Zona Habitable y en otro en la exterior.

Pero fue en 2010 cuando Steve Vogt de la Universidad de California en Santa Cruz Vogt anunció el sorprendente descubrimiento de un planeta extraordinario: Gliese 581 g, con solo 3,1 M⊕ era más pequeño y parecía mucho mejor ubicado en la Zona Habitable que cualquier otro conocido, incluyendo Gliese 581 d.

El hallazgo de un planeta tan prometedor como Gliese 581 g cautivó a la sociedad, llegaron incluso a buscarle un nombre elegante (Zarmina), más adecuado para un planeta tan sugerente:

“Estamos agradablemente excitados”, admitía Vogt en una emocionada declaración: “Creo que esto es lo que todo el mundo ha estado persiguiendo durante los últimos 15 años.”

No era difícil imaginar que Gliese 581 g pudiera estar cubierto por mares de agua. “Podría tener un buen océano”, aseguraba Vogt. Ciertamente, podría ser un océano estéril, no biológico. Pero al contrario que cualquier otro planeta descubierto hasta el momento, no había nada que impidiese que pudiera rebosar de vida.
Time Magazine.


Magnífica representación de los tamaños mínimos estimados de la tierra y los 6 exoplanetas de Gliese 581. Zarmina está abajo a la izquierda (g) (Fuente: PHL. Universidad de Puerto Rico en Arecibo.)


Enseguida llegaron los primeros análisis independientes: Paul Gregory, Guillem Anglada, Mikko Tuomi, y Forveille, este último liderando al equipo suizo del HARPS, mostraban en general una opinión contraria al supuesto hallazgo. El dilema era que los datos observados de velocidad radial podían explicarse con una solución de 4 planetas siendo alguno excéntrico, frente a 6 planetas en órbitas circulares de la solución que proponía Vogt. Es decir, si Gliese 581 d era ajustado a los datos observados suponiendo que era excéntrico, la señal de Gliese 581 g (Zarmina) era un alias (un mero artificio de los datos), por otra parte, si se consideraba que la órbita de Gliese 581 d era circular, la señal de Zarmina parecía real. Y muchos argumentaban que si Gliese 581 d era excéntrico, pues eso, era excéntrico y ya está.


La solución aportada por Vogt de 6 planetas en órbitas circulares. Zarmina (g) aparece confortablemente en la Zona Habitable. (Fuente: PHL. Universidad de Puerto Rico en Arecibo) 

En 2012 Vogt contraatacó publicando un artículo defendiendo a Zarmina. Su argumento fuerte, centrándose en la solución aportada por el equipo de Ginebra, era que un sistema planetario con varios planetas excéntricos no era estable a largo plazo. Era, según él, necesario un sistema con órbitas circulares.

A partir de aquí, las críticas no pararon. Se proponía que no solo Zarmina, ni siquiera existía Gliese 581 d (Baluev, en un artículo premonitorio que proponía que el ruido era "rojo"), Tuomi otra vez reafirmando la solución con 4 planetas o Hatzes con sus habituales planteamientos de Pre-Whitening (como en Corot-7b o Alfa Centauri B b) en los que elegía la solución de 4 planetas...

Finalmente, en 2014 Paul Robertson publicó un aplastante estudio mostrando que Gliese 581 g no existía realmente. Al parecer era un mero efecto (un espejismo) de la actividad estelar producido por determinadas regiones activas de la estrella. La prueba era que el supuesto planeta tenía un periodo orbital similar al periodo de rotación de la estrella dividido por 4. Al final, la propuesta de Paul era de tan solo 3 planetas y todos en órbitas totalmente circulares.


La solución final de Robertson. Solo tres planetas en órbitas circulares. El resto eran meras ilusiones de la actividad estelar. (Fuente: Robertson, 2014)


2005. Xavier Bonfils trabajando con el Observatorio de Ginebra anuncia la existencia del minineptuno Gliese 581 b.
http://arxiv.org/abs/astro-ph/0509211 

2007. El descubrimiento de Udry del Observatorio de Ginebra: Gliese 581 c y d, ambos dos cercanos a la Zona Habitable.
https://arxiv.org/abs/0704.3841

2009. El gran astrónomo M. Mayor del Observatorio de Ginebra anuncia un cuarto planeta Gliese 581 e.
http://arxiv.org/abs/0906.2780

2010. El espectacular anuncio de Vogt de Gliese 581 g.

2010. Anglada Escudé muestra su opinión sobre el hallazgo.

2010. Gregory no detecta Gliese 581 g.

2011. Tuomi no detecta Gliese 581 g.

2011. Forveille (Observatorio de Ginebra) no detecta el planeta.

2012. Vogt defiende la existencia del planeta.

2012. Baluev no ve Gliese 581 g.

2012. Toumi sigue sin detectar el planeta.

2013. Hatzes no detecta el planeta.

2014. El demoledor estudio de Robertson.  Tanto Gliese 581 d como Zarmina no existen, son mero ruido estelar.


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