domingo, 7 de agosto de 2016

Biofirmas (I). Gases Atmosféricos. El oxígeno.

Algún día ocurrirá. Todos esos conceptos de Tamaño, Masa y Zona Habitable pasarán a un segundo plano desplazados por conceptos más ricos, más directos y más intuitivos, como son determinadas características del espectro de los planetas. Signos identificativos de la presencia de vida.

Quizá esta fase comenzará cuando entren en funcionamiento los nuevos telescopios extremadamente grandes, como el ELT, GMT,.. o quizá cuando se lance el telescopio espacial JWST:

“La detección de los gases Biofirma atmosféricos mediante espectroscopia en exoplanetas generalmente se entiende como inevitable en el futuro de los exoplanetas. Este sentimiento está siendo corroborado con el descubrimiento de un número creciente cada año de planetas de menor masa e inferior tamaño. Además, la evolución natural hacia el desarrollo de telescopios más grandes y más sofisticados (como el telescopio espacial James Webb (JWST) con su lanzamiento previsto para 2018, Gardner et al. (2006)) y los telescopios gigantes basados en tierra del tipo de 20 a 40 metros, ​​continúa alimentando la idea de que la eventual detección y estudio de los gases Biofirma es casi segura.”
(Sara Seager, 2013)

Carl Sagan, el famoso científico buscó las biofimas atmosféricas en la Tierra que permiten identificar la vida. (Fuente: carlsagan.com)

Un gas de una atmósfera planetaria para ser una buena biofirma debe acumularse en la atmósfera, ser espectroscópicamente detectable, y no verse contaminado fácilmente con falsos positivos. Los falsos positivos son gases atmosféricos resultado de la actividad abiótica, como los gases emitidos por volcanes o fumarolas. Son inevitables, pero pueden ser minimizados con la elección del biomarcador correcto, o bien, es posible identificar otros gases que nos informan de su origen.

El Oxígeno es considerado el gas biofirma más robusto. Sin la continua provisión de este gas que proporciona la vida fotosintética, desaparecería de la atmósfera en poco tiempo. Esta biofirma es relativamente reciente y parece que es a partir del precámbrico tardío, cuando se produce un aumento sustancial del oxígeno atmosférico, que pasa a ser comparable al actual.

Los primeros análisis consideraron la detección conjunta de O2 y CH4 (oxígeno y metano), o algún otro par de moléculas que como estas son el resultado de un desequilibrio redox y no pueden coexistir por mucho tiempo en una atmósfera fotoquímicamente estable.

Para conseguir la energía necesario para alcanzar la órbita de la Júpiter la sonda Galileo tuvo que realizar fly-bys por Venus y la Tierra para obtener el necesario impulso. (Fuente: NASA/JPL)

Muy famosa es la “búsqueda de vida en la Tierra” que Carl Sagan emprendió durante el fly-by de la sonda Galileo a la Tierra en Diciembre de 1990. La idea genial era enfocar todos los instrumentos para estudiar el planeta como si fuera desconocido:

La sonda Galileo, que tanto nos ayudó a conocer Júpiter y sus satélites. (Fuente: NASA/JPL)

"Desde la sonda Galileo, un observador no familiarizado con la Tierra, llegaría a las siguientes conclusiones: El planeta está cubierto por grandes cantidades de agua que se presentan como vapor, como nieve y hielo y como océanos. Si alguna biota existe, plausiblemente está basada en el agua. Hay tanto oxígeno en la atmósfera que sugiere dudas sobre la posibilidad de que la fotodisociación por los rayos UV del agua con escape del hidrógeno sea una fuente adecuada. Una explicación alternativa es la fotodisociación biológica del agua por la luz visible como el primer paso de la fotosíntesis. (...) El metano es detectado a ~ 1 ppm, unos 140 órdenes de magnitud más elevado que el valor en equilibrio termodinámico en una atmósfera rica en oxígeno." (Carl Sagan, 1993)

Sin duda, fue una idea brillante.

Sara Seager es una prestigiosa científica del MIT. Entre otras muchas cosas es una de las mayores autoridades actuales en temas de biofirmas. (Fuente: MIT) 

1993. La búsqueda de vida en la Tierra de Carl Sagan.

2013. Sara Seager la famosa investigadora del MIT nos escribe sobre las biofirmas gaseosas.

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